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La Leyenda Negra de la Inteligencia Artificial: desmintiendo los 6 mitos más extendidos

 

Las personas que trabajamos en sectores relacionados con la tecnología somos, desde hace un tiempo, plenamente conscientes de los grandes avances que ha protagonizado la Inteligencia Artificial en el ecosistema empresarial: automatización de procesos repetitivos, reducción de errores humanos, mejores decisiones.

 

La Inteligencia Artificial (IA) es la tecnología de moda por todas todas las ventajas que ofrece al trabajo humano. Sin embargo, han surgido varios mitos que han construido una “Leyenda Negra” alrededor de la IA. Por ejemplo, muchos la asocian con escenas tipo “Yo Robot”, en donde un ejército de robots se intenta apoderar del mundo.

 

En esta ocasión, vamos a desmentir algunos de los mitos más populares sobre la Inteligencia Artificial.

 

1. La IA quitará puestos de trabajo a los humanos

Este es el mito más popular sobre la IA. Según los defensores de esta creencia, la IA será tan barata y avanzada que las empresas dejarán de contratar mano de obra humana por considerarla cara e ineficiente. Esto supuestamente derivará en un desempleo masivo, ya que la tecnología ocupará los puestos de trabajo de los humanos y los ejecutará con mayor rapidez y a un menor coste.

 

Esta teoría es bastante improbable por muchas razones. La primera es que muchos trabajos requieren habilidades cognitivas que solo los humanos poseen. Y es que aunque algunos trabajos de bajo nivel están en riesgo, la mayoría de la población trabajadora se beneficiará del uso de la IA para ejecutar algunas de sus tareas. Por lo tanto, se trata más bien de una herramienta que aumenta los trabajos existentes, pero con la posibilidad de sustituir algunos trabajos manuales o automatizables.

 

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2. La IA está formada por robots inteligentes que parecen humanos

Este es un mito que se originó en Hollywood y que ha generado varias confusiones generales entre los conceptos de IA y robótica. Sin embargo, se trata de dos campos con bastantes diferencias.

 

La Inteligencia Artificial es un software programado para que sea autónomo, tomando decisiones basadas en los datos y en los errores del pasado. En cambio, un robot es un dispositivo físico que se sirve de sensores y actuadores para realizar diversas tareas. No obstante, es cierto que algunos robots pueden ser mejorados utilizando algoritmos de IA.

 

3. La IA puede desarrollarse por sí misma sin conocimiento humano

Este es otro concepto que se ha popularizado en las películas de ciencia ficción, en donde la IA se desarrolla hasta el punto de que los humanos no pueden controlarla o detenerla, convirtiéndose en un robot.

 

La IA no puede desarrollar sensibilidad y conciencia para rebelarse contra los humanos. Estos algoritmos no pueden crecer más allá de su código porque sólo son programas que resuelven problemas complejos de manera más ágil que el humano.

 

Podríamos imaginarnos en un hipotético escenario en donde se perfeccione mucho la IA en el futuro, dando lugar a una “revolución de las máquinas” contra los humanos. Sin embargo, teniendo en cuenta las diversas prácticas reguladoras que se están desarrollando de cara a los próximos años, este escenario apocalíptico cada vez se vuelve menos probable. 

 

4. No hay diferencia entre IA, Deep Learning y Machine Learning

Los tres forman parte de un sistema de IA completo, pero es necesario aclarar que no son lo mismo: el Deep Learning es un subcampo del Machine Learning, y éste último a su vez es un subcampo de la Inteligencia Artificial.

 

El Machine Learning es la ciencia que permite a la IA aprender a través de fuentes externas, extrayendo datos mediante algoritmos para tomar decisiones correctas. Gracias al Machine Learning, la IA puede mejorar su aprendizaje a lo largo del tiempo de forma autónoma.

 

Por otro lado, el Deep Learning utiliza redes neuronales artificiales construidas de forma similar a la estructura neuronal del cerebro, con los nodos de neuronas conectadas como una tela de araña. Esta estructura tiene el fin de analizar los datos de manera no lineal, permitiendo tomar decisiones mucho más óptimas.

 

5. La IA es capaz de trabajar como los cerebros humanos

Los algoritmos de la IA son un complejo conjunto de órdenes que el ordenador se encarga de seguir y a día de hoy, no pueden funcionar como los cerebros humanos. Hay avances modernos en la IA, como las redes neuronales del mencionado Deep Learning. Sin embargo, carecen de la capacidad y habilidad de pensar como nosotros, siendo incapaces de replicar los numerosos procesos cognitivos del cerebro humano.

 

Si bien es cierto que ya existen proyectos muy ambiciosos basados en replicar el cerebro humano mediante la IA, a día de hoy resulta imposible por la falta de medios y de la tecnología necesaria. Tendremos que esperar a otra gran ola tecnológica para comprobar si esto es factible.

 

6. La IA crea trabajadores superiores a los humanos

Aunque la IA puede desplazar algunos trabajos manuales, nunca será mejor empleado que el Homo sapiens, pues solo es superior a la hora de realizar tareas repetitivas y sencillas en menor tiempo.

 

En algunos casos, puede ser más eficiente y más barata que los humanos. Sin embargo, hay aspectos y habilidades que nunca podrá adquirir de los humanos: pensamiento crítico, empatía, creatividad o el propio espíritu de superación.

 

 

 

Hay muchos motivos para hablar positivamente de la IA y no verla como el enemigo que nos va a quitar el trabajo. El futuro siempre dependerá de los humanos; en nuestras manos estará asumir el cambio y formarnos tecnológicamente para poder adaptarnos a las nuevas necesidades del mercado.